El cuidado de la piel es un hábito importante para la autoconfianza y la autoestima. Cuando nos vemos bien, nos sentimos bien.
Mantener la salud de la piel es importante no solo por su apariencia, sino también porque la esta realiza muchas tareas fundamentales para el bienestar del cuerpo y su adecuado funcionamiento.
La piel es tan increíblemente autónoma que en muchas ocasiones podríamos llegar a pensar que la tendremos hermosa y saludable por siempre o incluso podríamos llegar a pensar que podemos abusar de ella y realizar experimentos de todo tipo sin problemas, pero en realidad requiere de cuidados especiales según el tipo de piel, especialmente a medida que vamos envejeciendo.
El cuidado de la piel es un proceso que dura toda la vida. Es decir, si quieres un rostro hermoso y saludable dentro de 20 años, las elecciones y los hábitos que hagas hoy influirán en que eso suceda.
¿Qué funciones tiene la piel?
Es el órgano más grande del cuerpo y es nuestra protección contra los factores externos. Además, tiene una superficie de alrededor de 2 m2 y un peso de 4 kg, lo que supone aproximadamente el 6 % del peso corporal total humano.
Tiene funciones muy importantes en nuestro cuerpo por ejemplo:
- Regula la temperatura del cuerpo.
- Almacena agua y grasa.
- Impide el ingreso de bacterias.
- Es protectora y sensorial.
- Nos ayuda a comunicarnos con el entorno, etc.
Cuando se trata de la piel, nunca sé es demasiado joven para comenzar a cuidarla y así evitar cáncer, líneas de expresión, manchas, poros abiertos, pérdida de luminosidad etc. Por eso tener buenos hábitos es la mejor manera de prolongar la salud, la juventud y lograr que el maquillaje se vea radiante y natural por más tiempo.
Una vez que la piel está dañada, es muy difícil revertirla por esto es importante tener un enfoque preventivo cada día. Bella, un rostro saludable y luminoso es nuestra carta de presentación, ya que refleja cómo nos sentimos y es un indicador muy importante de nuestro estado de salud.
A continuación vamos a darte unos consejos para que aprendas a cuidarla adecuadamente.
Los 6 cuidados básicos de la piel:
1. Disciplina y constancia.
Nunca olvides que una piel sana es capaz de luchar con más fuerza contra los signos del envejecimiento y sanar mucho más rápido evitando cualquier tipo de enfermedad cutánea.
Debes ser constante con tu rutina de la piel, será la única forma de ver los resultados a corto y largo plazo. La prevención es la clave para mantenerla sana y hermosa.
2. Identifica tu tipo de piel.
Bella, es importante saber que existen cuatro tipos de piel: normal, seca, grasa y mixta. Cada una se comporta de manera diferente y necesitan cuidados y rutinas diferentes.
Conocer nuestro tipo de piel nos ayudará a escoger los productos perfectos. Más adelante te ayudare a identificar tu tipo. Sigue leyendo.
3. Desmaquíllate antes de dormir.
Muchas veces nos da mucha pereza desmaquillarnos pero es muy importante hacerlo antes de dormir para que la regeneración celular y cutánea sea efectiva. También nos ayudará a evitar la deshidratación, alergias e incluso obstrucción de los conductos de la piel.
4. Limpia la piel dos veces al día.
Te recomendamos limpiarla por las mañanas para eliminar las toxinas que se desprenden al dormir y por la noche para eliminar las impurezas acumuladas del día y sobretodo para potenciar al máximo la función reparadora del sueño y evitar pigmentaciones y líneas de expresión profundas.
5. Tonifica e hidrata.
El tónico complementa la limpieza del rostro ayudando a equilibrar la hidratación y sacarle el máximo provecho.
Al aplicar el tónico, se remueven las células muertas posibilitando que la crema hidratante penetre mejor en la piel, resultando ésta mucho más efectiva y manteniéndola jugosa, luminosa, hidratada y sana por más tiempo.
6. Protector solar FPS 50
El protector solar siempre será el ultimo en tu rutina del cuidado de la piel. Los protectores solares nos ayudan a prevenir que los rayos ultravioletas lleguen a las capas de la piel.
Existen dos tipos de radiación ultravioleta, los rayos UVA y los rayos UVB, los cuales causan daños y aumentan el riesgo de cáncer, manchas y envejecimiento prematuro.
¿Cómo construir el hábito del cuidado de la piel?
Es importante entender que nuestros hábitos determinan en gran medida el resultado que tenemos en nuestra vida y en este caso determinara la salud de nuestra piel.
Al comienzo generar un nuevo hábito positivo es un poco complejo pero te compartiré 5 pasos que me han funcionado al momento de crear un nuevo hábito.
1. Adiós a las excusas.
Están las típicas excusas como la pereza, no me da tiempo, esta muy tarde, no tengo los productos adecuados, etc.
Identifica todas las posibles excusas en las que puedes fallar en ese nuevo hábito y crea tácticas para evitarlas. Recuerda que todo el esfuerzo valdrá la pena a largo plazo y tu piel te lo agradecerá.
2. Utiliza recordatorios.
Utiliza cualquier recordatorio que te sirva para no tener la excusa de “se me ha olvidado y que pereza”. La constancia es la clave para tenerla sana.
3. Crea la rutina para tu piel.
Enamórate del momento. De verdad disfrútalo cuando lo estés haciendo, aplica cada producto con amor y la confianza en que obtendrás los resultados deseados.
Esa es la clave para ayudar a afianzar el hábito y repite la rutina de cuidado de la piel cada día hasta que se vuelva automático. Vive el placer de cuidar tu piel y ver el proceso de mejora día a día.
4. Analiza el proceso.
Escribe en un cuaderno o en el celular los días en los que fuiste juiciosa con el hábito y también escribe en el caso de que hayas fallado, cuales han sido los motivos y cómo puedes evitar que vuelva a pasar. También ve analizando los cambios en tu piel. La tendrás más radiante, hidratada y limpia que antes. Los puntos negros y la deshidratación ya no serán tu tormento.
5. Celebra tus logros.
Valora los resultados y celébralo, eso te dará ánimos para continuar. Es muy importante que te mantengas motivada.
Ten presente que generar el hábito de cuidarte el rostro es más que solo utilizar productos de cuidado facial.
Si tienes los malos hábitos de llevar una dieta poco saludable, vivir con estrés constante, con falta de sueño, ejercicio, deshidratación, fumar pueden afectar la capacidad de la piel para trabajar como una barrera protectora efectiva.
¿Cómo puedo identificar que tipo de piel tengo?
Grasa.
La piel grasa es brillante, con poros abiertos de textura resbaladiza y gruesa.
Tiene una alta producción de sebo y brilla durante o al final del día, en especial en la zona T del cutis. Es decir, frente, nariz y mentón.
Las mujeres que la tienen grasa tienen tendencia a que el maquillaje no se les conserve por mucho tiempo en comparación con las pieles secas.
Seca.
La piel seca carece de los lípidos que necesita para retener humedad y formar un escudo protector.
Se caracteriza por que genera picazón, es áspera, es opaca, tiene poros cerrados, enrojecimiento y son mas propensas a generar líneas de expresión más rápido.
Mixta.
Es cuando nuestra frente, mentón y la nariz son de tipo graso, mientras que las mejillas, se presentan normales o secas.
Normal.
Este tipo es mucho más equilibrada que las otras. Se caracteriza por tener poros finos, buen riego sanguíneo, color rosado, luminosidad, es suave y es tersa.
¡Genial! Ahora ya sabes que tipo tienes, así que te recomendamos que visites un Médico Dermatólogo para que te recomiende los productos ideales. Ten presente que el tipo de piel puede evolucionar en el transcurso de la vida. La disciplina es la clave del éxito para mantenerla sana y hermosa. ¡Anímate a cuidar tu piel!
Continúa Leyendo: Todo lo que debes saber sobre el protector solar,
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